viernes, 4 de julio de 2014



Liderazgo en las organizaciones y su importancia

Autor: Greysy Jennyfer Adrián Ek

Resumen

El presente escrito tiene como función hacer valorar la importancia que tiene el liderazgo organizacional en estos tiempos, donde día con día nos enfrentamos con cambios contantes en nuestro entorno y en donde si no estamos a la vanguardia simplemente no tenemos éxito. Necesitamos emplear líderes capaces de dirigir a las organizaciones hacia competencias de éxito donde podamos observar que éstas tienen un desarrollo económico y social con el que de alguna manera contribuirían a mejorar la economía y bienestar de nuestro país. Es necesario desarrollar en las organizaciones un liderazgo ético, humanista, de principios y valores que permitan a las empresas tener una efectividad gerencial y con el que puedan llegar a los objetivos organizacionales por medio de los colaboradores.

I. Introducción

El liderazgo es un tema que en tiempos recientes se ha estudiado mucho, pero que como veremos más adelante no es un estilo organizacional que muchas empresas hayan adoptado, puesto que no es nada fácil encontrar a un líder verdadero capaz de sacar adelante todo una organización.
Hoy en día ya no es raro ver como muchas empresas fracasan al poco tiempo de haber iniciado, como la economía de nuestro país en vez de ir en aumento ocurre todo lo contrario, o como en vez de ser mejores personas día a día encontramos más índice de jóvenes delincuentes. ¿Qué es lo que necesitan México y Argentina, para salir del gran agujero donde se encuentra metido lleno de delincuencia, corrupción y violencia? La respuesta no es nada sencilla ¿verdad? Lo que necesitamos señores, son líderes capaces de crear un cambio en el núcleo familiar y social que pueda reflejarse en el desarrollo de nuestra economía, he aquí de la importancia que me ha llevado a hablar sobre éste tema, pero específicamente de los líderes en las organizaciones. En este ensayo se inducirá al lector a conocer la importancia que tiene el liderazgo en las organizaciones para poder enfrentar los constantes cambios de la sociedad, y como sin la falta de éstos simplemente la organización pueden fracasar. Ser líder no es cualquier cosa así como tampoco lo es liderar una organización, para poder ser y hacer esto se necesitan características y habilidades específicas que dentro de este escrito podremos encontrar.

II. Antecedentes

La primera investigación empírica del liderazgo fue publicada en 1904, los principales impulsos en ese campo se produjeron durante la Primera Guerra Mundial, “… el principal interés era identificar las características del liderazgo y la forma en que los hombres ascienden a posiciones directivas. Después de ésta época se dio el fenómeno de la industrialización que aunado al desarrollo de grandes organizaciones burocráticas en las actividades de negocios y del gobierno, provocó la necesidad de un nuevo liderazgo.“ (Fiedler 1995, pp.11-12)
Desde ese entonces las personas han estudiado el concepto de liderazgo enfocado a las características, habilidades, actitudes, etc., inherentes al líder y su contribución en el desarrollo de la organización. Sin embargo no podemos iniciar a hablar sobre éste tema sin saber que es liderazgo en la administración. Uno de nuestros autores favoritos define el liderazgo como: “… proceso interpersonal en el cual los administradores tratan de influir en sus empleados para que logren metas de trabajo prefijadas.” (Hosftadt 2013, pp. 277)
Entonces es claro poder ver que un líder es aquel que puede influir en las personas para juntos lograr las metas propuestas y por lo que sin el cumplimiento de éstas la empresa u organización se vendría para abajo.

III. Desarrollo

La economía mexicana está compuesta por un 95% de las Pymes (Pequeñas y Medianas empresas) según datos del INEGI, generando el 72 % del empleo y 52% del producto interno bruto (PIB) del país. Sin embargo en los últimos años hemos visto como hay un deterioro continuo en las empresas en donde destacan los altos costos de producción, los procesos lentos de comercialización pero sobre todo la falta de creatividad del talento humano para crear y adoptar estrategias que le permitan a la organización tener una eficiencia y eficacia en su producción para generar rentabilidad y solvencia que le permitan enfrentar los cambios tecnológicos, sociales y económicos del mundo cambiante.
¿Qué es lo que necesitan estas empresas para lograr posicionarse en el mercado y no tener una muerte fiscal? Quizás la respuesta más obvia sería contar con todos los recursos tecnológicos y económicos, sin embargo podemos ver que el crecimiento de una empresa y la permanencia de éste en el mercado se generan a través de las ventas que se reflejan en el bien o servicio, pero entonces la pregunta ahora sería ¿Cómo generar la máxima cantidad de ventas? ¿Los líderes influyen en este proceso?
“Las organizaciones dependen, para crecer y perdurar del liderazgo de sus dirigentes y esto es válido para las que tienen fines de lucro y las que no.” (Gómez 2008, pp. 26). Es claro que sin un buen líder los trabajadores de una organización no podrán sacar adelante los objetivos de venta, y sin el cumplimiento de éstas simplemente la organización fracasará.
Pero la tarea de un líder en la organización no es nada fácil, hacer que todo un grupo de personas se integre y trabaje en equipo conlleva a tener una buena comunicación, empatía, voluntad y compromiso con los colaboradores, lo que nos lleva a cuestionarnos ¿Qué es liderazgo? ¿Cuáles son los estilos del mismo? ¿Cómo es un buen líder? ¿Todo jefe es un líder? Existen tantas teorías, definiciones y perspectivas sobre este tema que de estudiarlo a fondo nos llevaría mucho tiempo. Pero empecemos desde el inicio, otra de las definiciones del liderazgo define el concepto como:
“El proceso mediante el cual un miembro del grupo (su líder) influye a los otros miembros hacia el logro de objetivos específicos grupales” (G. 1994, pp. 4).
Entonces es claro poder ver qué líder no es toda persona que dirige una organización, sino aquel que puede influir en las personas para juntos lograr el objetivo común. ¿Qué cuál es la diferencia? Veamos, un jefe (digo jefe porque es el que está al mando de la organización) es aquella persona que solo ordena esperando que los miembros de la organización cumplan con sus deberes y objetivos, sin involucrarse directamente con ellos, mientras que un líder es aquella persona que motiva, escucha, atiende y comprende a los miembros de la organización sabiendo que sin el talento humano simplemente no se pude lograr los objetivos propuestos. 

Una diferenciación muy acertada es la que hacen Roman y Ferrández en su libro Liderazgo y Coaching en la que nos dicen que:

1. El jefe maneja a sus coachees. El líder los capacita.
2. El jefe depende la autoridad. El líder, de la buena voluntad.
3. El jefe inspira temor. El líder, entusiasmo.
4. El jefe dice “yo”. El líder dice “nosotros”.
5. El jefe arregla la culpa por el fracaso. El líder arregla el fracaso.
6. El jefe dice “vayan”. El líder dice “vamos”.
 
He aquí la diferencia entre lo que es ser un jefe y lo que es ser líder, por lo que lo es importante tener líderes capaces de sacar adelante la organización y no jefes que no hacen ningún cambio.
Las incertidumbres de un mundo que está en constante cambio se hacen evidentes, los progresos tecnológicos y económicos nos obligan a generar cambios, a buscar alternativas y estrategias que de quedarnos sentados nunca van a ocurrir. Las organizaciones que no se han podido adaptar al cambio han desaparecido o están a punto de hacerlo, la falta de unidad en éstas provoca inseguridad y hace lento el esfuerzo. ¿Qué es lo que necesitan las organizaciones? Se necesitan líderes. Sin embargo ser líder y liderar una organización no es fácil, primero que nada porque ser líder no es algo con lo que se nace sino que se va formando día a día, y liderar una organización no es lo mismo que liderar a unas cuantas personas.
Hacer que toda una organización se integre y cumpla con los objetivos necesita de líderes que puedan influir en las personas para que éstas puedan ser capaces de sentirse parte de la organización y cumplir con sus objetivos designados. Es como ser parte de una familia, uno siempre quiere lo mejor para todos por lo que siempre se esfuerza para estar bien consigo mismo para poder estar bien con los demás, generando de esta manera armonía y eficacia dentro la misma.
Chávez en su libro de Adminístrate Hoy dice que el liderazgo es un “…. proceso de interacción entre personas en el cual una de ellas conduce, mediante su influencia personal y poder, las energías, potencialidades y actividades de un grupo, para alcanzar una meta en común a fin de transformar tanto a la empresa como a las personas que colaboran en ella”. (Chávez 2006, pp. 20)
Podemos conocer a un verdadero líder cuando de alguna manera sus colaboradores rinden siempre con un desempeño superior, un líder no es grande por su poder sino por su habilidad de poder influir en los demás. Es indispensable que las organizaciones adopten el liderazgo como estilo de organización para hacer frente a las distintas dificultades que se presenten día a día. El éxito en una organización solo se alcanza si todos los colaboradores trabajan en conjunto con el líder para lograr el objetivo de la empresa, por lo que el éxito es en realidad un fracaso si no se puede transmitir a los demás.

IV. Conclusión

El liderazgo en las organizaciones es de suma importancia para todas aquellas organizaciones que buscan adecuarse al constante cambio que tiene el mundo globalizado. No podemos quedarnos sentados viendo como las empresas fracasan, y no hacer algo al respecto. México necesita líderes y estar a la vanguardia para poder competir contras las demás economías del mundo pues como menciona Rodríguez y Ramírez en su libro la Psicología del Mexicano en el Trabajo México a pesar de contar con los 29 recursos naturales esenciales para el desarrollo y riqueza de los países declarada por la UNESCO es un país pobre, mientras que otros países como Japón, Singapur y Taiwán cuentan, cada uno, con solo 3 son países ricos.
En conclusión el liderazgo es importante ya que es vital para la supervivencia de cualquier organización. Es importante, por ser la capacidad de un jefe para guiar y dirigir. Una organización puede tener una planeación adecuada, control etc. y no sobrevivir a la falta de un líder apropiado, incluso dicha organización puede carecer de planeación y control, pero, teniendo un buen líder puede salir adelante.

miércoles, 23 de abril de 2014



Las Virtudes Cardinales

Son 4 y apoyan a todas las demás virtudes, se tienen que ejercitar para desarrollarlas:

Prudencia,

Justicia,

Fortaleza y

Templanza,

que perfeccionan y elevan las adquiridas y sostienen la vida moral del hombre. 




 
Primera  Virtud Cardinal

1ª La Prudencia

 

La prudencia es una virtud, es la primera de las virtudes cardinales. Virtud en términos generales es la elevación del ser en la persona humana, o bien como decía Kant, es la fortaleza moral de obrar de acuerdo con los principios del deber o de acuerdo a Santo Tomás, es lo máximo a que puede aspirar el hombre, o sea la total realización de las posibilidades humanas en el aspecto natural y sobrenatural. A partir de Aristóteles, se destaca el poder de la voluntad, que pasó a ser junto con la inteligencia, los elementos constituyentes de la virtud.

La virtud no es la simple “honradez” o forma “correcta” de un hacer o omitir, completamente aislado; significa más bien la verdadera esencia del hombre en los dos planos el material-humano y el místico-divino, o mejor el natural o el sobrenatural.

La prudencia no es tan sólo el simple afán de propia conservación, o el cuidado de sí mismo, que no deja de ser un poco egoísta, medida, guía y razón de las virtudes morales en todas ellas influye, sin excepción, suministrando a cada una, el complemento que le permite el logro de su propia esencia, de allí que sea posible deducir que la prudencia es en efecto, la medida del saber, querer, osar y callar. Los distintos modos de imperfección de ese saber, querer, osar y callar, constituyen por otra parte, los distintos tipos de imprudencia. Por ejemplo quien se lanza resueltamente a una acción, sin pararse a deliberar como es debido y sin formular un juicio fundado, es imprudente según el modo de la impremeditación, un segundo modo de imprudencia es la inconstancia, porque ella puede malograr y cortar el paso al proceso de transformación del conocimiento, haciendo que la deliberación y el juicio caigan en el plano de lo infructuoso, en lugar de seguir su curso hasta alcanzar el momento definitivo, el momento de la verdad. Y finalmente otro modo de imprudencia, como por ejemplo la astucia, que es una especie de sentido simulador e interesado, al que no atrae más valor que el táctico de las cosas y que es distintivo del hombre intrigante, incapaz de actuar rectamente. La simulación, los escondrijos, el ardid y la deslealtad representan el recurso de los espíritus mezquinos.

La prudencia es la virtud que permite cambiar el conocimiento de la realidad en práctica del bien, implica la humildad de percibir en silencio, con sencillez; significa una relación entre el rigor, la deliberación y el arrojo. La prudencia enseña el camino hacia la propia perfección y evolución espiritual.

El prudente puede ser justo, fuerte y templado.


Segunda Virtud Cardinal

  La Justicia

 

La palabra Justicia, se ha usado y se usa para designar el criterio ideal, o por lo menos el principal criterio ideal del Derecho, es decir la idea básica sobre la cual debe inspirarse el derecho; pero también, justicia ha sido empleada para denotar la virtud universal comprensiva de las demás virtudes, como decía Theognis, “el sabio antiguo, en la justicia se comprendían todas las virtudes”. De modo que primero diré todo lo que algunos sabios dicen de la justicia y luego tendremos una conclusión. Empecemos con Platón, para éste la justicia es la virtud fundamental de la cual se derivan todas las demás virtudes, pues constituye el principio armónico ordenador de éstas, el principio  que determina el campo propio de acción de cada una de las demás virtudes: de la prudencia o sabiduría para el intelecto, de la fortaleza o valor para la voluntad y de la templanza para los apetitos y tendencia.

Para Aristóteles “la justicia es expresión de la virtud total o perfecta”, de la cual dice que “consiste en una medida de proporcionalidad de los actos, la cual representa el medio equidistante entre el exceso y el defecto”.

En la Biblia. “Justicia” significa, la suma de todo bien, se llama justa a la persona buena, piadosa, humanitaria, caritativa, agradecida y temerosa de Dios.

San Ambrosio llama la Justicia “fecunda generadora de las otras virtudes”.

San Agustín la hace consistir en el amor del sumo bien y de Dios y la presenta también como la suma de toda virtud, que establece para cada cosa su propio grado de dignidad y que consiguientemente subordina el alma a Dios y el cuerpo al alma y que además señala un orden en los asuntos humanos.

Según Santo Tomás, la Justicia es el modo de conducta (habitus), según el cual un hombre, movido por una voluntad constante e inalterable, da cada cual su derecho.

Alfonso X el Sabio define la Justicia como “arraigada virtud que da y comparte a cada uno igualmente su derecho”.

Brunetto Lattini, pensador italiano del siglo XIII, dice que la Justicia es una virtud enteramente racional, encaminada a establecer un orden de equilibrio y de igualdad.

Hume dice que la Justicia consiste en que cada acto singular es realizado con la expectativa de que los otros realizarán lo mismo.

Podría seguir enumerando autores con tantas definiciones, pero lo importante es que podríamos ya tener una idea conceptual de la que es Justicia, de modo que de lo anteriormente dicho podríamos sacar alguna conclusión y tomarla como punto de partida, aún cuando al final sea distinto nuestro modo de pensar. El Acto de Justicia consiste en dar a cada uno lo suyo. Esto supone un precedente, por medio del cual, algo e constituye en propiedad de alguien, es decir se ratifica un derecho a reclamar de otro como algo que se le adeuda y que no corresponde a nadie más que a él.  La razón de que un hombre le deba a otro se encuentra unas veces en la celebración de pactos, contratos, promesas, disposiciones legales y otras veces hay que buscarla en la naturaleza misma de la cosa, sin embargo el acto de Justicia no sólo se fundamenta en un acto mediante el cual algo pasa a ser debido, sino que supone además el acto de la prudencia, que consiste en plasmar en conducta la verdad de lo real.


Tercera Virtud Cardinal

  La Fortaleza

 

Cuando empezamos, fue la prudencia, hablamos que la objetiva mirada que lanza al ser de las cosas a través de la prudencia, te garantiza la conformidad con lo real donde encuentra el hombre y conoce las leyes eternas que Dios ha dictado al universo, lo que es más importante, las reconoce como obligatorias y las vuelve a implantar. Buena es lo que es prudente, por cuanto a la virtud que toca determinar que sea lo bueno a lo malo es la virtud de la prudencia y para determinar que es lo prudente debes SABER. En lo que respecta a la justicia, dimos varias definiciones, para llegar a la conclusión: el hombre justo debe QUERER la justicia, mediante el sacrificio, para la armonía y el progreso de la libertad.

Ahora hablaremos de la fortaleza. Resulta un poco difícil definir que significa fortaleza, porque existen muchas aceptaciones e igual número de conceptos, así que hablaremos de sus características principales, de sus manifestaciones, de su esencia, para llegar al fin a una conclusión.

La fortaleza supone vulnerabilidad; sin vulnerabilidad no se daría la posibilidad misma de la fortaleza. Si el hombre puede ser fuerte es porque es esencialmente vulnerable. La esencia de la fortaleza consiste en aceptar el riesgo de ser “herido” en el combate, por la realización del bien; entendiendo por “herida” aquí, toda agresión, contraria a la voluntad que pueda sufrir la integridad natural, toda lesión del ser que descansa en sí mismo, todo aquello que aconteciendo en y con nosotros, sucede en contra de nuestra voluntad. En resumen: todo cuanto nos resulte negativo, cuanto nos cause daño o dolor, cuanto inquieta y oprima. La fortaleza por lo tanto no es independiente ni descansa sobre sí misma. Su sentido propio le viene sólo de su referencia a algo que no es de ella, es por eso que la fortaleza es nombrada en tercer lugar en la serie de las virtudes cardinales y esta enumeración no es casual, la prudencia y la justicia preceden a la fortaleza. Significa que sin prudencia y sin justicia no se da la fortaleza: sólo aquél que es prudente y justo puede además ser valiente, por lo tanto examinemos un poco las relaciones de la prudencia y la justicia con la Fortaleza.

Meditemos en primer lugar sobre este aserto: sólo el prudente puede ser valiente. La prudencia tiene dos caras o fases: una cognoscitiva y mesurada, que mira a la realidad y otra que es resolutiva, preceptiva y mesurada, que mira al querer y al obrar. En la primera se refleja la verdad de las cosas reales y en la segunda se hace visible la norma del obrar. Lo primero que exige la prudencia del hombre que actúa es que se encuentre en posesión de un saber directivo dirigido a la acción. Este saber directivo, constituye la esencia de la prudencia. La prudencia es condición necesaria de toda virtud moral. Sin prudencia no hay justicia, fortaleza ni templanza.

La fortaleza es así fortaleza en la medida que es informada por la prudencia, de allí que la esencia de la fortaleza no es el exponerse de cualquier forma a cualquier riesgo, sino que supone una entrega de sí mismo, conforme a la razón y con ello a la verdad y al auténtico valor de lo real. La fortaleza supone valoración justa de las cosas: tanto de las que se arriesga como de las que se espera proteger o ganar.

La prudencia da forma a las demás virtudes cardinales, pero ellas no dependen de la prudencia en la misma medida. Primero: La fortaleza es informada por la prudencia de modo menos inmediato que la justicia; la justicia por su parte, es la primera palabra de la prudencia y la fortaleza, la segunda; la prudencia informa a la fortaleza mediante la justicia. La justicia descansa en la mirada de la prudencia, orientada a lo real; la fortaleza en cambio, descansa al mismo tiempo sobre la prudencia y la justicia.

De todo lo dicho podemos sacar esta conclusión. No es sólo el prudente el único que puede ser valiente; sino que una fortaleza que no se ponga al servicio de la justicia es tan irreal y tan falsa como una fortaleza que no esté informada por la prudencia.

Ser fuerte o valiente no es lo mismo que no tener miedo. La fortaleza no significa ausencia del temor. El temor y el amor se condicionan mutuamente; cuando nada se ama nada se teme, el hombre que ha perdido la voluntad de vivir, cesa de sentir miedo ante la muerte, pero este hastío ante las ganas de vivir se encuentra a gran distancia de la fortaleza. La virtud de la fortaleza reconoce y guarda el orden natural de las cosas.

El hombre valiente mantiene los ojos abiertos y es consciente de los riesgos que afronta para la consecución del fin propuesto, por eso ni ama la muerte ni desprecia la vida.

Los ingredientes más importantes de la fortaleza son la resistencia y la paciencia. Resistir por una parte a todas las llamadas tentaciones y paciencia para no dejarse arrastrar por la presencia del mal a un desordenado estado de tristeza. Ser paciente significa no dejarse arrebatar la serenidad ni la clarividencia del alma por las heridas que se reciben mientras se hace el bien. La paciencia por lo tanto preserva al hombre del peligro de que su espíritu sea quebrantado por la tristeza y pierda su grandeza, por lo tanto el que es valeroso es también paciente. Recuerda lo que dice la sagrada Biblia al respecto en el Libro Eclesiastés, sobre lo importante de ser paciente:

Hay un momento para todo y

un tiempo para cada acción bajo el cielo

Un tiempo para nacer y

un tiempo para morir,

Un tiempo para plantar y

un tiempo para arrancar lo plantado.

Un tiempo para matar y

un tiempo para curar.

Un tiempo para destruir y

un tiempo para edificar.

Un tiempo para llorar y

un tiempo para reír.

Un tiempo para lamentarse y

un tiempo para danzar.

Un tiempo para tirar piedras y

un tiempo para recogerlas.

Un tiempo para abrazar y

un tiempo para abstenerse de abrazos.

Un tiempo para buscar y

un tiempo para perder.

Un tiempo para guardas y

un tiempo para tirar.

Un tiempo para rasgar y

un tiempo para coser.

Un tiempo para callar y

un tiempo para hablar.

Un tiempo para amar y

un tiempo para odiar.

Un tiempo para la guerra y

un tiempo para la paz...

Por lo tanto no debes impacientarte por las cosas que quieres o deseas hacer, acuérdate: “Hay un momento para todo y un tiempo para cada acción bajo el cielo”. La paciencia todo lo puede, todo lo alcanza

La animosidad, la confianza en sí mismo y la esperanza en la victoria (en la evolución), suponen la verdadera actitud del valiente, éstos constituyen rasgos esenciales de la fortaleza.

Fortaleza no implica que tengamos que actuar en forma peligrosa, de ahí la importancia que tiene la Prudencia. 

Cuarta Virtud Cardinal

  La Templanza

 

El sentido de la palabra Templanza ha quedado reducido hoy en día a moderación en el comer y el beber. Lejos estamos de que eso sea únicamente templanza; más bien podemos decir que la templanza es toda discreción ordenadora de la conducta del hombre. Tiene un sentido y una finalidad, que es hacer orden en el interior del hombre, es decir templanza es realizar el orden en el propio yo. Lo que distingue a la Templanza de las demás virtudes, es que tiene su verificación y opera exclusivamente sobre el sujeto actuante. La Prudencia, mira el orden en su universalidad. La Justicia establece la relación especifica con los demás y el que posee la Fortaleza, sabe olvidarse de si mismo ofreciéndose en sacrifico a costa de su propia vida si es necesario.

La Templanza requiere una ausencia absoluta de egoísmo, por cuanto ella es el habito que pone por obra y defiende la realización interior del hombre. La Templanza se opone a toda perversión del orden interior, gracias al cual subsiste y obra la persona moral. Así por ejemplo: el placer sensible que se obtiene en la manifestación de las fuerzas naturales más potentes que actúan en la conservación del hombre. Estas energías vitales que se pusieron en el ser para conservar en el individuo y en la especie aquella naturaleza según la cual fueron constituidos, como dice el Libro de la Sabiduría l,14 dan las tres formas originales del placer, pero precisamente por ser elementos constitutivos que aparecen en el núcleo mismo de la definición del hombre, sobrepasan también a todas las demás energías en capacidad destructora cuando se desordenan. Castidad, sobriedad, humildad, mansedumbre son formas mediante las cuales se manifiesta la Templanza.

A través de la Templanza se embellece el hombre. No se trata por supuesto de la belleza facial o sensitiva de una agradable presencia, sino que se trata de una belleza irradiada por el ordenamiento de lo verdadero y lo bueno. La hermosura de la Templanza tiene una cara más espiritual y más viril, porque hace ver al hombre en su propia condición, como una semejanza a Dios.

miércoles, 26 de marzo de 2014


Liderazgo para transformar realidad

Autor: Verónica Nayeli Cuellar Ramírez


El liderazgo es la capacidad de comunicarse con un grupo de personas, influir en sus emociones para que se dejen dirigir.

Resumen ejecutivo

El liderazgo es la función de una persona que se distingue de los demás, y es capaz de realizar una buena toma de decisiones a beneficio del grupo de trabajo de la organización, inspirando a los integrantes de ese equipo para poder alcanzar una meta en común. El liderazgo envuelve más de una persona ya que sin subordinados no habría un líder; en las empresas se busca las relaciones interpersonales ya que la forma tradicional de mandar y acatar órdenes ha ido perdiendo fuerza para dar pasó a esquemas participativos y cooperativos, por el respeto a la persona, la inclusión en la toma de decisiones, flexibilidad en las jornadas laborales, trabajo en equipo, estimulación de la creatividad, la innovación, y muchos aspectos más.

Liderazgo

I. Introducción

Durante el transcurso del tiempo se han podido observar los cambios que va teniendo la forma de manejar un equipo de trabajo ya que un líder es mucho más que un jefe. Los subordinados podrán dejarse dirigir por su jefe, pero quizás no compartan las mismas ideas que su jefe e incluso las de la organización, a pesar de eso las instrucciones de un líder son ejecutadas por el grupo , convencidos de que su ejecución es lo mejor para ellos.
“Los líderes dirigen su atención en la búsqueda de métodos o modelos estratégicos que elevan la tan deseada productividad, sin la cual una empresa no puede sobrevivir”. (Tèllez, 2008)

II. Antecedentes

Se habla mucho del tema liderazgo, debido a su importancia en la historia de las organizaciones, incluso llegan a preguntarse si el líder nace o se hace, pero sin embargo no es importante, ya que la gente líder es considerada en la empresa por ser impulsador y generador de valor agregado “Algunos especialistas ven el liderazgo como una actividad visionaria y con amplias actividades que se requieren para ser un buen líder. "El liderazgo es un proceso que destaca en el líder sobre sus seguidores, para poder lograr los objetivos en común de la organización a través del cambio” (Lucci, 2008). El objetivo de la interacción de esta definición tiene que ver con muchas aclaraciones de las funciones de un administrador y líder que en muchas ocasiones se presenta una confusión y que merecen ser aclaradas las medidas tomadas por un administrador para influir sobre sus subordinados son siempre premiar mientras que las de un líder son siempre con la tendencia de guiar o dejarse guiar. Con este punto podemos ver que el liderazgo es esencial para un grupo de trabajadores, hasta para la misma organización y poder trabajar en conjunto así poder lograr las metas acordadas por la misma.

III. Desarrollo

La productividad y el desarrollo humano en las organizaciones es interesante por las características de las personas que motivan al desarrollo interior para las actividades productivas en el ámbito cotidiano, podemos referirnos a ellas como personas realizantes “maduras”, que poseen características excepcionales como: paciencia, criterio, buena disposición, amabilidad, sentido común, etc., aspectos que sin duda tienen relación con un lidere, según Maslow las características de las personas maduras son:
§                                 Percepción más eficiente de la realidad y relaciones más cómodas con ellas.
§                                 Aceptación de sí mismo y de la naturaleza.
§                                 Espontaneidad.
§                                 Enfoque del problema, saber centrar en el especifica.
§                                 Cualidad de separación necesidad de estar solo al menos por un tiempo.
§                                 Autonomía, independencia de cultura y medio ambiente.
§                                 Novedad continuada de expresión; no dejar de sorprenderse.
§                                 Experiencia mística; sentimiento oceánico.
§                                 Sentimientos hacia la humanidad de identificación, simpatía y afecto.
§                                 Relaciones interpersonales sanas,
§                                 Estructura de carácter democrático.
§                                 Discriminación entre medio y fines.
§                                 Sentimiento filosófico de buen humor.
§                                 Creatividad.
§                                 Resistencia a la enculturación (no dejarse influir sin criterio). (Maslow, 2009)
Podemos apreciar que estos puntos son esenciales de una persona común con amplio criterio, la mayoría de las personas reúnen estos rasgos, estas pueden ser consideradas como personas productivas, pero sin embargo no por reunir estas características puede ser considerado productivo. La creatividad, la autonomía, la sinergia, la espontaneidad, el control entre otros son cualidades que un empresario o un director ejecutivo desea tener pero muchas de estas características son facilitadoras de la vida laboral y otras pueden resultar incomodas para algunos directivos. Cuando la persona está desarrollando su potencial ya no será un seguidor incondicional, no permanecerá indiferente ante las injusticias, no será pasivo, ante la mediocridad, no se conformara en atacar ordenes; con seguridad si no están bien fundadas la cuestionara, no sería fácil contar con un equipo de trabajo realizaste. Por otra parte, tampoco es fácil para el colaborador promedio asumir esta actitud hacia el desarrollo, implica hacerse responsable de su actuar y dejar de justificar su ineficiencia culpando a los demás, para muchas personas es mejor ser dirigidos que auto dirigirse, no obstante las organizaciones están apostando a este tipo de personas para dirigir y operar empresas.
Cuando se mencionan líderes, la gente suele pensar en los famosos que ocupan puestos de poder y otros altos directivos, no todos los líderes son tan famosos ni tan poderosos como lo presidentes de la empresa, en todos los niveles de una organización ni todos los ámbitos de la vida podemos encontrar líderes, pero mucho de lo que se sabe de liderazgo proviene de investigar y observar los líderes como los políticos, religiosos e incluso a los estudiantiles. “El liderazgo es la relación de influencia entre los líderes y los seguidores que luchan por generar un verdadero cambio y resultados que reflejen los fines que compartes”. (Slocum, 2008).

IV. Formas del Liderazgo

El liderazgo adopta muchas formas y se puede utilizar para una enorme variedad de propósito, las empresas utilizan las recompensas para influir en los subordinados, el uso adecuado de las recompensas representa una forma muy eficaz de dirigir la atención de los empleados y de motivarles para que hagan un buen trabajo, pero también se puede recurrir a la corrección, consiguiendo que esto se cumpla porque sienten temor y por lo general, no se les considera buenos jefes, ya que el temor es una emoción que inhibe el desempeño. Siempre hay que tener una balanza entre ser temido y ser respetado, pero si el subordinado considera que su jefe tiene más conocimientos y habilidades técnica que ellos, entonces tendrán menos problemas para aceptar la visión del líder. Otros medios para influir al personal es el carisma, la efectividad para crear un sentimiento de compromiso y responsabilidad personal, estimulando para que aspiren a la perfección, pero no se trata solo de convencer si no de saber hacer mucho más, luchar para crear una visión para que reflejen las inquietudes y las aspiraciones, compartiendo los fines de cada uno avanzando hacia una meta en común.
Las características personales de los líderes son los atributos relativamente estables que hacen que cada persona sea única, entre otros son sus rasgos físicos, sociales y psicológicos. Una persona puede cambiar una de sus características personales, pero suelen producir una conducta demasiado previsible a lo largo del tiempo y en diversas situaciones. Las características personales también crean imágenes en la mente de otros y algunas de ellas coinciden con el estereotipo del líder efectivo. La inteligencia emocional tiene una gran atención para describir las características de los líderes.
La inteligencia emocional es el conjunto de habilidades que permiten a las personas reconocer, comprender sus sentimientos y emociones para guiar su forma de pensar y actuar. No todos pueden ser genios para la matemática, ni alcanzar los niveles más altos de la inteligencia emocional y esta no viene de nacimiento, esta se va desarrollando a lo largo de muchos años conforme la persona vive diversas experiencias y madura, como el desarrollo de la inteligencia emociona tarda tanto, no es fácil que los adultos pueden modificar este aspecto de su composición personal.
La inteligencia emocional tiene cuatro elementos, dos se refieren a la conciencia y los otros dos a la acción, el líder y los seguidores. La autoconciencia es la habilidad para reconocer y comprender los estados de ánimos, las emociones y los impulsos propios y también su efecto en terceros; un líder se debe “conocer” incluyendo lo bueno, lo malo y lo feo, también abarca saber cuáles son los motivos y las metas que mueven a las personas y así obtener de su trabajo y de la vida en general lo que se quiere obtener. Las conductas de liderazgo se concentran en explicar las diferencias que hay entre los líderes efectivos y no efectivos, casi todas las personas pueden aprender ser líderes, dado que es posible aprender conductas eficaces siempre y cuando cuenten con el apoyo y el aliento debido.
Según los modelos de contingencia de liderazgo, los factores situaciones determinan cual es el mejor estilo de liderazgo que se debe emplear. Estos modelos suponen que los líderes pueden variar de comportamiento de una situación a otra, esto establece que el estilo de liderazgo que se utilice se debe adaptar al grado de preparación de los seguidores, los líderes pueden elegir uno de entre cuatro estilos de liderazgo los cuales implican varias combinaciones de comportamiento orientados a la tarea y al comportamiento orientado a las relaciones. Los comportamiento orientados a las tareas, incluye utilizar a la comunicación unilateral, establecer las obligaciones y decir a los seguidores que tienen que hacer, cuando, donde y como. El comportamiento orientado a las relaciones incluye realizar la comunicación bilateral, escuchar a los seguidores, alentarles e involucrarles en la toma de decisiones así como brindarles apoyo emocional.

V. Conclusión

Un líder exitoso será de todo aquel que es consciente de estas fuerzas que tienen una mayor importancia con relación a su comportamiento en un momento dado. Se entiende a sí mismo con precisión, a los individuos y al grupo con el que se relaciona; a la compañía y al amplio medio social en el cual actúa.
El líder debe recordar que los seguidores como individuos y como grupo desarrollan sus propios patrones de conducta y formas de operar, con frecuencia el líder tiene que comportarse de modo diferente con cada uno de sus colaboradores porque están en diferentes niveles de madurez.
Asimismo estima la capacidad de sus subordinados para desarrollarse. Pero ésta sensibilidad, o capacidad de comprender no es suficiente, por lo que tendrá que comportarse adecuadamente de acuerdo con sus percepciones. Si se requiere dirección, debe dirigir; si conviene una considerable libertad de participación, tiene que proporcionar tal libertad.

Fuentes

§                                 Lucci, R. (2008). México DF: trillas.
§                                 Maslow, A. (2009). El hombre autorrealizado. Barcelona: Kairòs, S.A.
§                                 Slocum, H. J. (2008). Administración un enfocado basado en competencias.
§                                 México D.F: CENGAGE learning.
§                                 Téllez, J. A. (2008). Desarrollo Humano. México: Trillas.