Lugar de encuentro para el desarrollo personal de las cualidades de liderazgo, imprescindibles en toda persona proactiva, con funciones de dirección, conducción y formación de RR.HH.
jueves, 17 de julio de 2014
viernes, 4 de julio de 2014
Liderazgo en las organizaciones y su importancia
Autor: Greysy Jennyfer Adrián Ek
Resumen
El presente escrito tiene como función hacer
valorar la importancia que tiene el liderazgo organizacional en estos tiempos,
donde día con día nos enfrentamos con cambios contantes en nuestro entorno y en
donde si no estamos a la vanguardia simplemente no tenemos éxito. Necesitamos emplear
líderes capaces de dirigir a las organizaciones hacia competencias de éxito
donde podamos observar que éstas tienen un desarrollo económico y social con el
que de alguna manera contribuirían a mejorar la economía y bienestar de nuestro
país. Es necesario desarrollar en las organizaciones un liderazgo ético,
humanista, de principios y valores que permitan a las empresas tener una
efectividad gerencial y con el que puedan llegar a los objetivos
organizacionales por medio de los colaboradores.
I. Introducción
El liderazgo es un tema que en tiempos recientes
se ha estudiado mucho, pero que como veremos más adelante no es un estilo
organizacional que muchas empresas hayan adoptado, puesto que no es nada fácil
encontrar a un líder verdadero capaz de sacar adelante todo una organización.
Hoy en día ya no es raro ver como muchas empresas
fracasan al poco tiempo de haber iniciado, como la economía de nuestro país en
vez de ir en aumento ocurre todo lo contrario, o como en vez de ser mejores
personas día a día encontramos más índice de jóvenes delincuentes. ¿Qué es lo
que necesitan México y Argentina, para salir del gran agujero donde se
encuentra metido lleno de delincuencia, corrupción y violencia? La respuesta no
es nada sencilla ¿verdad? Lo que necesitamos señores, son líderes capaces de
crear un cambio en el núcleo familiar y social que pueda reflejarse en el
desarrollo de nuestra economía, he aquí de la importancia que me ha llevado a
hablar sobre éste tema, pero específicamente de los líderes en las organizaciones.
En este ensayo se inducirá al lector a conocer la importancia que tiene el
liderazgo en las organizaciones para poder enfrentar los constantes cambios de
la sociedad, y como sin la falta de éstos simplemente la organización pueden
fracasar. Ser líder no es cualquier cosa así como tampoco lo es liderar una
organización, para poder ser y hacer esto se necesitan características y
habilidades específicas que dentro de este escrito podremos encontrar.
II. Antecedentes
La primera investigación empírica del liderazgo
fue publicada en 1904, los principales impulsos en ese campo se produjeron
durante la Primera Guerra Mundial, “… el principal interés era identificar las
características del liderazgo y la forma en que los hombres ascienden a
posiciones directivas. Después de ésta época se dio el fenómeno de la
industrialización que aunado al desarrollo de grandes organizaciones
burocráticas en las actividades de negocios y del gobierno, provocó la
necesidad de un nuevo liderazgo.“ (Fiedler 1995, pp.11-12)
Desde ese entonces las personas han estudiado el
concepto de liderazgo enfocado a las características, habilidades, actitudes,
etc., inherentes al líder y su contribución en el desarrollo de la
organización. Sin embargo no podemos iniciar a hablar sobre éste tema sin saber
que es liderazgo en la administración. Uno de nuestros autores favoritos define
el liderazgo como: “… proceso interpersonal en el cual los administradores
tratan de influir en sus empleados para que logren metas de trabajo
prefijadas.” (Hosftadt 2013, pp. 277)
Entonces es claro poder ver que un líder es aquel
que puede influir en las personas para juntos lograr las metas propuestas y por
lo que sin el cumplimiento de éstas la empresa u organización se vendría para
abajo.
III. Desarrollo
La economía mexicana está compuesta por un 95% de
las Pymes (Pequeñas y Medianas empresas) según datos del INEGI, generando el 72
% del empleo y 52% del producto interno bruto (PIB) del país. Sin embargo en
los últimos años hemos visto como hay un deterioro continuo en las empresas en
donde destacan los altos costos de producción, los procesos lentos de
comercialización pero sobre todo la falta de creatividad del talento humano
para crear y adoptar estrategias que le permitan a la organización tener una
eficiencia y eficacia en su producción para generar rentabilidad y solvencia
que le permitan enfrentar los cambios tecnológicos, sociales y económicos del
mundo cambiante.
¿Qué es lo que necesitan estas empresas para
lograr posicionarse en el mercado y no tener una muerte fiscal? Quizás la
respuesta más obvia sería contar con todos los recursos tecnológicos y
económicos, sin embargo podemos ver que el crecimiento de una empresa y la
permanencia de éste en el mercado se generan a través de las ventas que se reflejan
en el bien o servicio, pero entonces la pregunta ahora sería ¿Cómo generar la
máxima cantidad de ventas? ¿Los líderes influyen en este proceso?
“Las organizaciones dependen, para crecer y
perdurar del liderazgo de sus dirigentes y esto es válido para las que tienen
fines de lucro y las que no.” (Gómez 2008, pp. 26). Es claro que sin un buen
líder los trabajadores de una organización no podrán sacar adelante los
objetivos de venta, y sin el cumplimiento de éstas simplemente la organización
fracasará.
Pero la tarea de un líder en la organización no
es nada fácil, hacer que todo un grupo de personas se integre y trabaje en
equipo conlleva a tener una buena comunicación, empatía, voluntad y compromiso
con los colaboradores, lo que nos lleva a cuestionarnos ¿Qué es liderazgo?
¿Cuáles son los estilos del mismo? ¿Cómo es un buen líder? ¿Todo jefe es un
líder? Existen tantas teorías, definiciones y perspectivas sobre este tema que
de estudiarlo a fondo nos llevaría mucho tiempo. Pero empecemos desde el
inicio, otra de las definiciones del liderazgo define el concepto como:
“El proceso mediante el cual un miembro del grupo
(su líder) influye a los otros miembros hacia el logro de objetivos específicos
grupales” (G. 1994, pp. 4).
Entonces es claro poder ver qué líder no es toda
persona que dirige una organización, sino aquel que puede influir en las
personas para juntos lograr el objetivo común. ¿Qué cuál es la diferencia?
Veamos, un jefe (digo jefe porque es el que está al mando de la organización)
es aquella persona que solo ordena esperando que los miembros de la
organización cumplan con sus deberes y objetivos, sin involucrarse directamente
con ellos, mientras que un líder es aquella persona que motiva, escucha,
atiende y comprende a los miembros de la organización sabiendo que sin el
talento humano simplemente no se pude lograr los objetivos propuestos.
Una diferenciación muy acertada es la que
hacen Roman y Ferrández en su libro Liderazgo y Coaching en la que nos dicen
que:
2. El jefe depende la autoridad. El líder, de la buena voluntad.
3. El jefe inspira temor. El líder, entusiasmo.
4. El jefe dice “yo”. El líder dice “nosotros”.
5. El jefe arregla la culpa por el fracaso. El líder arregla el fracaso.
6. El jefe dice “vayan”. El líder dice “vamos”.
He aquí la diferencia entre lo que es ser un jefe
y lo que es ser líder, por lo que lo es importante tener líderes capaces de
sacar adelante la organización y no jefes que no hacen ningún cambio.
Las incertidumbres de un mundo que está en
constante cambio se hacen evidentes, los progresos tecnológicos y económicos
nos obligan a generar cambios, a buscar alternativas y estrategias que de
quedarnos sentados nunca van a ocurrir. Las organizaciones que no se han podido
adaptar al cambio han desaparecido o están a punto de hacerlo, la falta de
unidad en éstas provoca inseguridad y hace lento el esfuerzo. ¿Qué es lo que
necesitan las organizaciones? Se necesitan líderes. Sin embargo ser líder y
liderar una organización no es fácil, primero que nada porque ser líder no es
algo con lo que se nace sino que se va formando día a día, y liderar una
organización no es lo mismo que liderar a unas cuantas personas.
Hacer que toda una organización se integre y
cumpla con los objetivos necesita de líderes que puedan influir en las personas
para que éstas puedan ser capaces de sentirse parte de la organización y
cumplir con sus objetivos designados. Es como ser parte de una familia, uno
siempre quiere lo mejor para todos por lo que siempre se esfuerza para estar
bien consigo mismo para poder estar bien con los demás, generando de esta
manera armonía y eficacia dentro la misma.
Chávez en su libro de Adminístrate Hoy dice que
el liderazgo es un “…. proceso de interacción entre personas en el cual una de
ellas conduce, mediante su influencia personal y poder, las energías,
potencialidades y actividades de un grupo, para alcanzar una meta en común a
fin de transformar tanto a la empresa como a las personas que colaboran en
ella”. (Chávez 2006, pp. 20)
Podemos conocer a un verdadero líder cuando de
alguna manera sus colaboradores rinden siempre con un desempeño superior, un
líder no es grande por su poder sino por su habilidad de poder influir en los
demás. Es indispensable que las organizaciones adopten el liderazgo como estilo
de organización para hacer frente a las distintas dificultades que se presenten
día a día. El éxito en una organización solo se alcanza si todos los
colaboradores trabajan en conjunto con el líder para lograr el objetivo de la
empresa, por lo que el éxito es en realidad un fracaso si no se puede
transmitir a los demás.
IV. Conclusión
El liderazgo en las organizaciones es de suma
importancia para todas aquellas organizaciones que buscan adecuarse al
constante cambio que tiene el mundo globalizado. No podemos quedarnos sentados
viendo como las empresas fracasan, y no hacer algo al respecto. México necesita
líderes y estar a la vanguardia para poder competir contras las demás economías
del mundo pues como menciona Rodríguez y Ramírez en su libro la Psicología del
Mexicano en el Trabajo México a pesar de contar con los 29 recursos naturales
esenciales para el desarrollo y riqueza de los países declarada por la UNESCO
es un país pobre, mientras que otros países como Japón, Singapur y Taiwán
cuentan, cada uno, con solo 3 son países ricos.
En conclusión el liderazgo es importante ya que es vital para
la supervivencia de cualquier organización. Es importante, por ser la capacidad
de un jefe para guiar y dirigir. Una organización puede tener una planeación
adecuada, control etc. y no sobrevivir a la falta de un líder apropiado,
incluso dicha organización puede carecer de planeación y control, pero,
teniendo un buen líder puede salir adelante.
sábado, 26 de abril de 2014
Letra y Traducción en español de Canciones Italianas. Musica italiana: Più bella cosa - Eros Ramazzotti
Letra y Traducción en español de Canciones Italianas. Musica italiana: Più bella cosa - Eros Ramazzotti: Traducida por "Kara Hidden" - Link Più bella cosa - Eros Ramazzotti Com' è cominciata io non saprei la storia infinita ...
miércoles, 23 de abril de 2014
Las Virtudes Cardinales
Son 4 y apoyan a todas las demás virtudes, se tienen que
ejercitar para desarrollarlas:
Prudencia,
Justicia,
Fortaleza y
Templanza,
que perfeccionan y elevan las adquiridas y sostienen la vida moral del
hombre.
Primera
Virtud Cardinal
1ª La Prudencia
La prudencia es una virtud, es la
primera de las virtudes cardinales. Virtud en términos generales es la elevación del ser en la
persona humana, o bien como decía Kant, es la fortaleza moral de obrar de
acuerdo con los principios del deber o de acuerdo a Santo Tomás, es lo máximo a
que puede aspirar el hombre, o sea la total realización de las posibilidades
humanas en el aspecto natural y sobrenatural. A partir de Aristóteles, se destaca el
poder de la voluntad, que pasó a ser junto con la inteligencia, los elementos
constituyentes de la virtud.
La virtud no es la simple
“honradez” o forma “correcta” de un hacer o omitir, completamente aislado;
significa más bien la verdadera esencia del hombre en los dos planos el
material-humano y el místico-divino, o mejor el natural o el sobrenatural.
La prudencia no es tan sólo el simple afán de propia
conservación, o el cuidado de sí mismo, que no deja de ser un poco egoísta,
medida, guía y razón de las virtudes morales en todas ellas influye, sin
excepción, suministrando a cada una, el complemento que le permite el logro de
su propia esencia, de allí que sea posible deducir que la prudencia es en
efecto, la medida del saber, querer, osar y callar. Los distintos modos de imperfección
de ese saber, querer, osar y callar, constituyen por otra parte, los distintos
tipos de imprudencia. Por ejemplo quien se lanza resueltamente a una acción,
sin pararse a deliberar como es debido y sin formular un juicio fundado, es
imprudente según el modo de la impremeditación, un segundo modo de imprudencia
es la inconstancia, porque ella puede malograr y cortar el paso al proceso de
transformación del conocimiento, haciendo que la deliberación y el juicio
caigan en el plano de lo infructuoso, en lugar de seguir su curso hasta
alcanzar el momento definitivo, el momento de la verdad. Y finalmente otro modo
de imprudencia, como por ejemplo la astucia, que es una especie de sentido
simulador e interesado, al que no atrae más valor que el táctico de las cosas y
que es distintivo del hombre intrigante, incapaz de actuar rectamente. La
simulación, los escondrijos, el ardid y la deslealtad representan el recurso de
los espíritus mezquinos.
La prudencia es la virtud que
permite cambiar el conocimiento de la realidad en práctica del bien, implica la
humildad de percibir en silencio, con sencillez; significa una relación entre
el rigor, la deliberación y el arrojo. La prudencia enseña el camino hacia la
propia perfección y evolución espiritual.
El prudente puede ser justo, fuerte y templado.
Segunda Virtud Cardinal
2ª La Justicia
La palabra Justicia, se ha usado
y se usa para designar el criterio ideal, o por lo menos el principal criterio
ideal del Derecho, es decir la idea básica sobre la cual debe inspirarse el
derecho; pero también, justicia ha sido empleada para denotar la virtud
universal comprensiva de las demás virtudes, como decía Theognis, “el sabio
antiguo, en la justicia se comprendían todas las virtudes”. De modo que primero
diré todo lo que algunos sabios dicen de la justicia y luego tendremos una
conclusión. Empecemos con Platón, para éste la justicia es la virtud
fundamental de la cual se derivan todas las demás virtudes, pues constituye el
principio armónico ordenador de éstas, el principio que determina el campo propio de acción de
cada una de las demás virtudes: de la prudencia o sabiduría para el intelecto,
de la fortaleza o valor para la voluntad y de la templanza para los apetitos y tendencia.
Para Aristóteles “la justicia es
expresión de la virtud total o perfecta”, de la cual dice que “consiste en una
medida de proporcionalidad de los actos, la cual representa el medio
equidistante entre el exceso y el defecto”.
En la Biblia. “Justicia”
significa, la suma de todo bien, se llama justa a la persona buena, piadosa,
humanitaria, caritativa, agradecida y temerosa de Dios.
San Ambrosio llama la Justicia
“fecunda generadora de las otras virtudes”.
San Agustín la hace consistir en
el amor del sumo bien y de Dios y la presenta también como la suma de toda
virtud, que establece para cada cosa su propio grado de dignidad y que
consiguientemente subordina el alma a Dios y el cuerpo al alma y que además
señala un orden en los asuntos humanos.
Según Santo Tomás, la Justicia es
el modo de conducta (habitus), según el cual un hombre, movido por una voluntad
constante e inalterable, da cada cual su derecho.
Alfonso X el Sabio define la
Justicia como “arraigada virtud que da y comparte a cada uno igualmente su
derecho”.
Brunetto Lattini, pensador
italiano del siglo XIII, dice que la Justicia es una virtud enteramente
racional, encaminada a establecer un orden de equilibrio y de igualdad.
Hume dice que la Justicia
consiste en que cada acto singular es realizado con la expectativa de que los
otros realizarán lo mismo.
Podría seguir enumerando autores
con tantas definiciones, pero lo importante es que podríamos ya tener una idea
conceptual de la que es Justicia, de modo que de lo anteriormente dicho
podríamos sacar alguna conclusión y tomarla como punto de partida, aún cuando
al final sea distinto nuestro modo de pensar. El Acto de Justicia consiste en
dar a cada uno lo suyo. Esto supone un precedente, por medio del cual, algo e
constituye en propiedad de alguien, es decir se ratifica un derecho a reclamar
de otro como algo que se le adeuda y que no corresponde a nadie más que a
él. La razón de que un hombre le deba a
otro se encuentra unas veces en la celebración de pactos, contratos, promesas,
disposiciones legales y otras veces hay que buscarla en la naturaleza misma de
la cosa, sin embargo el acto de Justicia no sólo se fundamenta en un acto
mediante el cual algo pasa a ser debido, sino que supone además el acto de la
prudencia, que consiste en plasmar en conducta la verdad de lo real.
Tercera Virtud Cardinal
3ª La Fortaleza
Cuando empezamos, fue la
prudencia, hablamos que la objetiva mirada que lanza al ser de las cosas a
través de la prudencia, te garantiza la conformidad con lo real donde encuentra
el hombre y conoce las leyes eternas que Dios ha dictado al universo, lo que es
más importante, las reconoce como obligatorias y las vuelve a implantar. Buena
es lo que es prudente, por cuanto a la virtud que toca determinar que sea lo
bueno a lo malo es la virtud de la prudencia y para determinar que es lo
prudente debes SABER. En lo que respecta a la justicia, dimos varias
definiciones, para llegar a la conclusión: el hombre justo debe QUERER la
justicia, mediante el sacrificio, para la armonía y el progreso de la libertad.
Ahora hablaremos de la fortaleza.
Resulta un poco difícil definir que significa fortaleza, porque existen muchas
aceptaciones e igual número de conceptos, así que hablaremos de sus
características principales, de sus manifestaciones, de su esencia, para llegar
al fin a una conclusión.
La fortaleza supone
vulnerabilidad; sin vulnerabilidad no se daría la posibilidad misma de la
fortaleza. Si el hombre puede ser fuerte es porque es esencialmente vulnerable.
La esencia de la fortaleza consiste en aceptar el riesgo de ser “herido” en el
combate, por la realización del bien; entendiendo por “herida” aquí, toda
agresión, contraria a la voluntad que pueda sufrir la integridad natural, toda
lesión del ser que descansa en sí mismo, todo aquello que aconteciendo en y con
nosotros, sucede en contra de nuestra voluntad. En resumen: todo cuanto
nos resulte negativo, cuanto nos cause daño o dolor, cuanto inquieta y oprima.
La fortaleza por lo tanto no es independiente ni descansa sobre sí misma. Su
sentido propio le viene sólo de su referencia a algo que no es de ella, es por
eso que la fortaleza es nombrada en tercer lugar en la serie de las virtudes
cardinales y esta enumeración no es casual, la prudencia y la justicia preceden
a la fortaleza. Significa que sin prudencia y sin justicia no se da la
fortaleza: sólo aquél que es prudente y justo puede además ser valiente, por lo
tanto examinemos un poco las relaciones de la prudencia y la justicia con la
Fortaleza.
Meditemos en primer lugar sobre
este aserto: sólo el prudente puede ser valiente. La prudencia tiene dos caras
o fases: una cognoscitiva y mesurada, que mira a la realidad y otra que es
resolutiva, preceptiva y mesurada, que mira al querer y al obrar. En la primera
se refleja la verdad de las cosas reales y en la segunda se hace visible la
norma del obrar. Lo primero que exige la prudencia del hombre que actúa es que
se encuentre en posesión de un saber directivo dirigido a la acción. Este saber
directivo, constituye la esencia de la prudencia. La prudencia es condición
necesaria de toda virtud moral. Sin prudencia no hay justicia, fortaleza ni
templanza.
La fortaleza es así fortaleza en
la medida que es informada por la prudencia, de allí que la esencia de la
fortaleza no es el exponerse de cualquier forma a cualquier riesgo, sino que
supone una entrega de sí mismo, conforme a la razón y con ello a la verdad y al
auténtico valor de lo real. La fortaleza supone valoración justa de las cosas:
tanto de las que se arriesga como de las que se espera proteger o ganar.
La prudencia da forma a las demás
virtudes cardinales, pero ellas no dependen de la prudencia en la misma medida.
Primero: La fortaleza es informada por la prudencia de modo menos inmediato que
la justicia; la justicia por su parte, es la primera palabra de la prudencia y
la fortaleza, la segunda; la prudencia informa a la fortaleza mediante la
justicia. La justicia descansa en la mirada de la prudencia, orientada a lo
real; la fortaleza en cambio, descansa al mismo tiempo sobre la prudencia y la
justicia.
De todo lo dicho podemos sacar
esta conclusión. No es sólo el prudente el único que puede ser valiente; sino
que una fortaleza que no se ponga al servicio de la justicia es tan irreal y
tan falsa como una fortaleza que no esté informada por la prudencia.
Ser fuerte o valiente no es lo
mismo que no tener miedo. La fortaleza no significa ausencia del temor. El
temor y el amor se condicionan mutuamente; cuando nada se ama nada se teme, el
hombre que ha perdido la voluntad de vivir, cesa de sentir miedo ante la
muerte, pero este hastío ante las ganas de vivir se encuentra a gran distancia
de la fortaleza. La virtud de la fortaleza reconoce y guarda el orden natural
de las cosas.
El hombre valiente mantiene los
ojos abiertos y es consciente de los riesgos que afronta para la consecución
del fin propuesto, por eso ni ama la muerte ni desprecia la vida.
Los ingredientes más importantes de la
fortaleza son la resistencia y la paciencia. Resistir por una
parte a todas las llamadas tentaciones y paciencia para no dejarse arrastrar
por la presencia del mal a un desordenado estado de tristeza. Ser paciente
significa no dejarse arrebatar la serenidad ni la clarividencia del alma por
las heridas que se reciben mientras se hace el bien. La paciencia por lo tanto
preserva al hombre del peligro de que su espíritu sea quebrantado por la
tristeza y pierda su grandeza, por lo tanto el que es valeroso es también
paciente. Recuerda lo que dice la sagrada Biblia al respecto en el Libro
Eclesiastés, sobre lo importante de ser paciente:
Hay un momento para todo y
un tiempo para cada acción bajo el cielo
Un tiempo para nacer y
un tiempo para morir,
Un tiempo para plantar y
un tiempo para arrancar lo plantado.
Un tiempo para matar y
un tiempo para curar.
Un tiempo para destruir y
un tiempo para edificar.
Un tiempo para llorar y
un tiempo para reír.
Un tiempo para lamentarse y
un tiempo para danzar.
Un tiempo para tirar piedras y
un tiempo para recogerlas.
Un tiempo para abrazar y
un tiempo para abstenerse de abrazos.
Un tiempo para buscar y
un tiempo para perder.
Un tiempo para guardas y
un tiempo para tirar.
Un tiempo para rasgar y
un tiempo para coser.
Un tiempo para callar y
un tiempo para hablar.
Un tiempo para amar y
un tiempo para odiar.
Un tiempo para la guerra y
un tiempo para la paz...
Por lo tanto no debes
impacientarte por las cosas que quieres o deseas hacer, acuérdate: “Hay un
momento para todo y un tiempo para cada acción bajo el cielo”. La paciencia
todo lo puede, todo lo alcanza
La animosidad, la confianza en sí
mismo y la esperanza en la victoria (en la evolución), suponen la verdadera
actitud del valiente, éstos constituyen rasgos esenciales de la fortaleza.
Fortaleza no implica que tengamos
que actuar en forma peligrosa, de ahí la importancia que tiene la Prudencia.
Cuarta Virtud Cardinal
4ª La Templanza
El sentido de la palabra
Templanza ha quedado reducido hoy en día a moderación en el comer y el beber.
Lejos estamos de que eso sea únicamente templanza; más bien podemos
decir que la templanza es toda discreción ordenadora de la conducta del hombre.
Tiene un sentido y una finalidad, que es hacer orden en el interior del hombre,
es decir templanza es realizar el orden en el propio yo. Lo que distingue a la Templanza de las demás
virtudes, es que tiene su verificación y opera exclusivamente sobre el sujeto
actuante. La Prudencia, mira el orden en su
universalidad. La Justicia establece la relación especifica con los demás y el
que posee la Fortaleza, sabe olvidarse de si mismo ofreciéndose en sacrifico a
costa de su propia vida si es necesario.
La Templanza requiere una ausencia absoluta de
egoísmo, por cuanto ella es el habito que pone por obra y defiende la
realización interior del hombre. La Templanza se opone a toda
perversión del orden interior, gracias al cual subsiste y obra la persona
moral. Así por ejemplo: el placer sensible que se obtiene en la manifestación
de las fuerzas naturales más potentes que actúan en la conservación del hombre.
Estas energías vitales que se pusieron en el ser para conservar en el individuo
y en la especie aquella naturaleza según la cual fueron constituidos, como dice
el Libro de la Sabiduría l,14 dan las tres formas originales del placer, pero
precisamente por ser elementos constitutivos que aparecen en el núcleo mismo de
la definición del hombre, sobrepasan también a todas las demás energías en
capacidad destructora cuando se desordenan. Castidad, sobriedad, humildad,
mansedumbre son formas mediante las cuales se manifiesta la Templanza.
A través de la Templanza se embellece el hombre. No se trata
por supuesto de la belleza facial o sensitiva de una agradable presencia, sino
que se trata de una belleza irradiada por el ordenamiento de lo verdadero
y lo bueno. La hermosura de la Templanza tiene una cara más
espiritual y más viril, porque hace ver al hombre en su propia condición, como
una semejanza a Dios.
miércoles, 26 de marzo de 2014
Liderazgo para transformar realidad
Autor: Verónica Nayeli Cuellar Ramírez
El liderazgo es la capacidad de comunicarse con un grupo de personas, influir en sus emociones para que se dejen dirigir.
Resumen ejecutivo
El liderazgo es la función de una persona que se
distingue de los demás, y es capaz de realizar una buena toma de decisiones a
beneficio del grupo de trabajo de la organización, inspirando a los integrantes
de ese equipo para poder alcanzar una meta en común. El liderazgo
envuelve más de una persona ya que sin subordinados no habría un líder; en las
empresas se busca las relaciones interpersonales ya que la forma tradicional de
mandar y acatar órdenes ha ido perdiendo fuerza para dar pasó a esquemas
participativos y cooperativos, por el respeto a la persona, la inclusión en la
toma de decisiones, flexibilidad en las jornadas laborales, trabajo en equipo,
estimulación de la creatividad, la innovación, y muchos aspectos más.
Liderazgo
I. Introducción
Durante el
transcurso del tiempo se han podido observar los cambios que va teniendo la
forma de manejar un equipo de trabajo ya que un líder es mucho más que un jefe.
Los subordinados podrán dejarse dirigir por su jefe, pero quizás no compartan
las mismas ideas que su jefe e incluso las de la organización, a pesar de eso
las instrucciones de un líder son ejecutadas por el grupo , convencidos de que
su ejecución es lo mejor para ellos.
“Los líderes dirigen su atención en la búsqueda de
métodos o modelos estratégicos que elevan la tan deseada productividad, sin la
cual una empresa no puede sobrevivir”. (Tèllez, 2008)
II. Antecedentes
Se habla mucho del
tema liderazgo, debido a su importancia en la historia de las organizaciones,
incluso llegan a preguntarse si el líder nace o se hace, pero sin embargo no es
importante, ya que la gente líder es considerada en la empresa por ser
impulsador y generador de valor agregado “Algunos especialistas ven el
liderazgo como una actividad visionaria y con amplias actividades que se
requieren para ser un buen líder. "El liderazgo es un proceso que destaca en el
líder sobre sus seguidores, para poder lograr los objetivos en común de la
organización a través del cambio” (Lucci, 2008). El objetivo de la
interacción de esta definición tiene que ver con muchas aclaraciones de las
funciones de un administrador y líder que en muchas ocasiones se presenta una
confusión y que merecen ser aclaradas las medidas tomadas por un administrador
para influir sobre sus subordinados son siempre premiar mientras que las de un
líder son siempre con la tendencia de guiar o dejarse guiar. Con este punto
podemos ver que el liderazgo es esencial para un grupo de trabajadores, hasta
para la misma organización y poder trabajar en conjunto así poder lograr las
metas acordadas por la misma.
III. Desarrollo
La productividad y el desarrollo
humano en las organizaciones es interesante por las características de las
personas que motivan al desarrollo interior para las actividades productivas en
el ámbito cotidiano, podemos referirnos a ellas como personas realizantes
“maduras”, que poseen características excepcionales como: paciencia, criterio,
buena disposición, amabilidad, sentido común, etc., aspectos que sin duda
tienen relación con un lidere, según Maslow las características de las
personas maduras son:
§
Percepción más
eficiente de la realidad y relaciones más cómodas con ellas.
§
Aceptación de sí mismo
y de la naturaleza.
§
Espontaneidad.
§
Enfoque del problema,
saber centrar en el especifica.
§
Cualidad de separación
necesidad de estar solo al menos por un tiempo.
§
Autonomía,
independencia de cultura y medio ambiente.
§
Novedad continuada de
expresión; no dejar de sorprenderse.
§
Experiencia mística;
sentimiento oceánico.
§
Sentimientos hacia la
humanidad de identificación, simpatía y afecto.
§
Relaciones
interpersonales sanas,
§
Estructura de carácter
democrático.
§
Discriminación entre
medio y fines.
§
Sentimiento filosófico
de buen humor.
§
Creatividad.
§
Resistencia a la
enculturación (no dejarse influir sin criterio). (Maslow, 2009)
Podemos apreciar
que estos puntos son esenciales de una persona común con amplio criterio, la
mayoría de las personas reúnen estos rasgos, estas pueden ser consideradas como
personas productivas, pero sin embargo no por reunir estas características
puede ser considerado productivo. La creatividad, la autonomía, la sinergia, la
espontaneidad, el control entre otros son cualidades que un empresario o un
director ejecutivo desea tener pero muchas de estas características son
facilitadoras de la vida laboral y otras pueden resultar incomodas para algunos
directivos. Cuando la persona está desarrollando su potencial ya no será un
seguidor incondicional, no permanecerá indiferente ante las injusticias, no
será pasivo, ante la mediocridad, no se conformara en atacar ordenes; con
seguridad si no están bien fundadas la cuestionara, no sería fácil contar con
un equipo de trabajo realizaste. Por otra parte, tampoco es fácil para el
colaborador promedio asumir esta actitud hacia el desarrollo, implica hacerse
responsable de su actuar y dejar de justificar su ineficiencia culpando a los
demás, para muchas personas es mejor ser dirigidos que auto dirigirse, no
obstante las organizaciones están apostando a este tipo de personas para
dirigir y operar empresas.
Cuando se
mencionan líderes, la gente suele pensar en los famosos que ocupan puestos de
poder y otros altos directivos, no todos los líderes son tan famosos ni tan
poderosos como lo presidentes de la empresa, en todos los niveles de una
organización ni todos los ámbitos de la vida podemos encontrar líderes, pero
mucho de lo que se sabe de liderazgo proviene de investigar y observar los
líderes como los políticos, religiosos e incluso a los estudiantiles. “El liderazgo es la
relación de influencia entre los líderes y los seguidores que luchan por
generar un verdadero cambio y resultados que reflejen los fines que compartes”.
(Slocum, 2008).
IV. Formas del Liderazgo
El liderazgo
adopta muchas formas y se puede utilizar para una enorme variedad de propósito,
las empresas utilizan las recompensas para influir en los subordinados, el uso
adecuado de las recompensas representa una forma muy eficaz de dirigir la
atención de los empleados y de motivarles para que hagan un buen trabajo, pero
también se puede recurrir a la corrección, consiguiendo que esto se cumpla
porque sienten temor y por lo general, no se les considera buenos jefes, ya que
el temor es una emoción que inhibe el desempeño. Siempre hay que tener una
balanza entre ser temido y ser respetado, pero si el subordinado considera que
su jefe tiene más conocimientos y habilidades técnica que ellos, entonces
tendrán menos problemas para aceptar la visión del líder. Otros medios para
influir al personal es el carisma, la efectividad para crear un sentimiento de
compromiso y responsabilidad personal, estimulando para que aspiren a la
perfección, pero no se trata solo de convencer si no de saber hacer mucho más,
luchar para crear una visión para que reflejen las inquietudes y las
aspiraciones, compartiendo los fines de cada uno avanzando hacia una meta en
común.
Las
características personales de los líderes son los atributos relativamente
estables que hacen que cada persona sea única, entre otros son sus rasgos
físicos, sociales y psicológicos. Una persona puede cambiar una de sus
características personales, pero suelen producir una conducta demasiado
previsible a lo largo del tiempo y en diversas situaciones. Las características
personales también crean imágenes en la mente de otros y algunas de ellas
coinciden con el estereotipo del líder efectivo. La inteligencia emocional tiene una gran
atención para describir las características de los líderes.
La inteligencia
emocional es el conjunto de habilidades que permiten a las personas reconocer,
comprender sus sentimientos y emociones para guiar su forma de pensar y actuar.
No todos pueden ser genios para la matemática, ni alcanzar los niveles más
altos de la inteligencia emocional y esta no viene de nacimiento, esta se va
desarrollando a lo largo de muchos años conforme la persona vive diversas
experiencias y madura, como el desarrollo de la inteligencia emociona tarda
tanto, no es fácil que los adultos pueden modificar este aspecto de su
composición personal.
La inteligencia
emocional tiene cuatro elementos, dos se refieren a la conciencia y los otros
dos a la acción, el líder y los seguidores. La autoconciencia es la habilidad
para reconocer y comprender los estados de ánimos, las emociones y los impulsos
propios y también su efecto en terceros; un líder se debe “conocer” incluyendo
lo bueno, lo malo y lo feo, también abarca saber cuáles son los motivos y las
metas que mueven a las personas y así obtener de su trabajo y de la vida en
general lo que se quiere obtener. Las conductas de liderazgo se concentran en
explicar las diferencias que hay entre los líderes efectivos y no efectivos,
casi todas las personas pueden aprender ser líderes, dado que es posible
aprender conductas eficaces siempre y cuando cuenten con el apoyo y el aliento
debido.
Según los modelos
de contingencia de liderazgo, los factores situaciones determinan cual es el
mejor estilo de liderazgo que se debe emplear. Estos modelos suponen que los
líderes pueden variar de comportamiento de una situación a otra, esto establece
que el estilo de liderazgo que se utilice se debe adaptar al grado de
preparación de los seguidores, los líderes pueden elegir uno de entre cuatro
estilos de liderazgo los cuales implican varias combinaciones de comportamiento
orientados a la tarea y al comportamiento orientado a las relaciones. Los
comportamiento orientados a las tareas, incluye utilizar a la comunicación
unilateral, establecer las obligaciones y decir a los seguidores que tienen que
hacer, cuando, donde y como. El comportamiento orientado a las relaciones
incluye realizar la comunicación bilateral, escuchar a los seguidores,
alentarles e involucrarles en la toma de decisiones así como brindarles apoyo
emocional.
V. Conclusión
Un líder exitoso
será de todo aquel que es consciente de estas fuerzas que tienen una mayor
importancia con relación a su comportamiento en un momento dado. Se entiende a
sí mismo con precisión, a los individuos y al grupo con el que se relaciona; a
la compañía y al amplio medio social en el cual actúa.
El líder debe
recordar que los seguidores como individuos y como grupo desarrollan sus
propios patrones de conducta y formas de operar, con frecuencia el líder tiene
que comportarse de modo diferente con cada uno de sus colaboradores porque
están en diferentes niveles de madurez.
Asimismo estima la
capacidad de sus subordinados para desarrollarse. Pero ésta sensibilidad, o
capacidad de comprender no es suficiente, por lo que tendrá que comportarse
adecuadamente de acuerdo con sus percepciones. Si se requiere dirección, debe
dirigir; si conviene una considerable libertad de participación, tiene que
proporcionar tal libertad.
Fuentes
§
Lucci, R. (2008). México DF: trillas.
§
Maslow, A. (2009). El hombre autorrealizado. Barcelona: Kairòs,
S.A.
§
Slocum, H. J. (2008). Administración un enfocado basado en
competencias.
§
México D.F:
CENGAGE learning.
§
Téllez, J. A. (2008). Desarrollo Humano. México: Trillas.
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