domingo, 28 de julio de 2013


Tabla comparativa. Liderazgo Transaccional vs. Liderazgo Transformacional
Enviado por Manuel Gross

Liderazgo Transaccional 

La base del liderazgo transaccional es una transacción o proceso de intercambio entre los líderes y sus seguidores. El líder transaccional reconoce las necesidades y los deseos de los seguidores y, después, explica con claridad como podrán satisfacer esas necesidades y deseos, a cambio de que cumplan los objetivos especificados p que realicen ciertas tareas. Por tanto, los seguidores reciben premios por su desempeño laboral y el líder se beneficia porque ellos cumplen con las tareas.


Los líderes transaccionales se concentran en el presente y son muy buenos para conseguir que la organización funcione sin problemas y con eficiencia. Son excelentes en las funciones tradicionales de la administración, como la planeación y la preparación de presupuestos, y generalmente se concentran en los aspectos impersonales del desempeño de los trabajos. El liderazgo transaccional puede ser muy efectivo.

Los líderes al explicar con claridad lo que esperan de los seguidores, aumentan la confianza que éstos les tienen. Además, el hecho de satisfacer las necesidades de los subalternos puede mejorar la productividad y el estado de ánimo. Sin embargo, como el liderazgo transaccional implica un compromiso a “seguir las reglas”, los líderes transaccionales conservan la estabilidad dentro de la organización, en lugar de propiciar el cambio.

Es importante que todos los líderes cuenten con habilidades transaccionales. Sin embargo, en el mundo de hoy, donde el éxito empresarial muchas veces depende de los cambios continuos, los líderes eficaces también utilizan otro planteamiento.


Liderazgo Transformacional


El liderazgo transformacional se caracteriza por la capacidad para producir cambios sustantivos. Los líderes transformacionales son capaces de emprender los cambios en la visión, la estrategia y la cultura de la organización y también de propiciar innovaciones en los productos y las tecnologías.

El liderazgo transformacional, en lugar de analizar y controlar transacciones específicas con los seguidores utilizando reglas, instrucciones e incentivos, se concentran en cualidades intangibles, como la visión, los valores compartidos y las ideas, con el propósito de crear relaciones, de dotar de mayor significado a las actividades independientes y de ofrecer un terreno común para enrolar a los seguidores en el proceso de cambio. El liderazgo transformacional está fundado en los valores, las creencias y las cualidades personales del líder y no en un proceso de intercambio entre los líderes y los seguidores.

Dimensiones del Liderazgo Transformacional y Transaccional 

Transaccional          
Refuerzo Contingente           
Proporciona recompensas o promesas de recompensas como consecuencia de la consecución de los objetivos previstos

Dirección por excepción       
Interviene para dar retroalimentación negativa, crítica constructiva o acciones que impliquen mejorar para que la actividad favorezca el plan previsto, y por ende se logren los objetivos establecidos. Dos formas:

  - Activa: El líder espera a que se produzcan los errores o irregularidades, y entonces propicia los ajustes o modificaciones.

  - Pasiva: El líder interviene sólo si es necesario, y sólo cuando se producen desviaciones.

Transformacional    
Laissez-faire  
El líder se abstiene de guiar, e interviene para proporcionar información cuando alguien de la organización se los solicita.

Carismático    
Destacan por tener una visión clara; ganarse el respeto y la confianza; dar seguridad; y provocar identificación y compromiso de sus colaboradores.

Consideración individualizada         
Prestan atención a cada uno de sus colaboradores de forma individual y personal, y les otorgan responsabilidades diferentes.

Estimulación intelectual        
Anima, estimula y propicia la innovación y creatividad de sus colaboradores para la solución de problemas y el planteamiento de estrategias.

           
Liderazgo inspiracional         
Dan ánimo y generan entusiasmo mediante la generación de altas expectativas y modificando actitudes/comportamientos.


Tips para lograr una comunicación asertiva, eficaz y completa
Autor: Lorena E. Blatto Comunicación organizacional  15-07-2013 

Comunicarnos en función de la necesidad de nuestro interlocutor, se plantea como un fuerte desafío, sin embargo, aplicando algunos tips de manejo de información, escucha activa, y sincronización con el ritmo del otro podemos lograr una rápida y efectiva comunicación.

Cuando hablamos de comunicación, dependiendo de cómo hayamos conocido inicialmente su significado, se nos vienen dos ideas a la cabeza: si hemos conocido los conceptos teóricos que la sustentan, tal vez imaginemos el famoso cuadrito de Emisor, Mensaje, Receptor; sino lo más probable es que pensemos en la comunicación como en dos campos: HABLAR Y ESCUCHAR. No obstante la comunicación es mucho más que eso, la comunicación implica además un pentagrama que contiene tonos, ritmos y como ocurre con la música, cada uno prefiere ritmos diferentes.

Nuestra manera de comunicarnos se halla ligada al hemisferio cerebral que tenemos más desarrollado, si bien variamos nuestro discurso en función de cada caso particular, tendemos siempre a parapetarnos en el modelo que tengamos más afianzado. Comprender que lo mismo ocurre con nuestro interlocutor y dar respuestas en función de su modelo mental dominante nos ayudará a acortar tiempos y ser más eficientes.

En función de lo antedicho, podemos visualizar 4 tipos de personas:

a) Aquellas que están orientadas a la Acción

b) Las que están orientadas a los métodos

c) Las que están signadas por las ideas

d) Las que tienen un enfoque hacia las personas.

Cada una de ellas posee particularidades que les son propias y que definen la mejor forma en la que pueden comprender el mundo, ya que la comunicación, no sólo se trata de palabras, sino también de gestos y ritmos.

Las Personas orientadas a la Acción son aquellas a las que parece que el tiempo apremia siempre, son personas orientadas a resultados rápidos, poseen una gran capacidad de síntesis, se sienten motivados por los desafíos y la teoría suele aburrirlos bastante.

Aquellos orientados a los métodos son personas estructuradas, detallistas, que realizan un balance de pros y contras antes de tomar una decisión. Necesitan conocer el detalle más finito de cada situación para sentirse seguros. Poseen una gran capacidad de análisis y sus decisiones vienen siempre desde la lógica.

Los más creativos suelen ser las personas cuyo desarrollo mayor se encuentra en las ideas, son los provocadores, los impetuosos, los revolucionarios, aquellos que hablan abiertamente de sus proyectos, los que son extrovertidos, y a veces poco focalizados. Su gran capacidad creativa ocasionalmente puede ser un limitante a su capacidad de escucha.

Por último, nos encontramos con personas que tienen un claro enfoque hacia las personas, hacia las relaciones humanas. Estas personas suelen ser muy solidarias, siempre dispuestos a ayudar a los demás, se encuentran motivados por todas aquellas actividades que impliquen trabajo en equipo.

Como vemos, existen grandes diferencias entre cada una de estas tipologías, es por ello que si no logramos “sincronizar” con el otro, en ritmos y en formas de mostrar la información, es muy posible que no logremos una comunicación efectiva.

Habiendo comprendido esto, veamos ahora qué hacemos para comunicarnos?

1. Enfaticemos con el modelo del otro: Puede que yo sea una persona de acción, pero si mi colaborador, o mi jefe es una persona de métodos y yo no logro adecuar mi comunicación, no lograré que “compre” mis propuestas.

2. Eliminemos los filtros de la Percepción: La forma en la que miramos el mundo, viene directamente de la mano de nuestras percepciones. Debemos respetar e intentar entender que el otro posee las suyas propias y lograr abrir un tercer canal que sea el “común”.

3. Escuchemos activamente: Es claro que oír y escuchar son dos acciones sumamente diferentes, el problema es que cuando nos habla una persona con un ritmo diferente del nuestro, solemos poner nuestro oído en “off”, seguimos estando físicamente pero nuestra cabeza ya se fue a pensar en otras cosas. Este “off” es uno de los obstáculos más frecuentes e importantes de la comunicación.

4. Intentemos adecuar la información que damos al modelo del otro: Luego de analizar el modelo del otro, es una buena idea, ordenar la información que presentemos de manera que el otro pueda “activar sus sensores” ya que presentamos las cosas de una manera que pueda serle amigable.

Teniendo en cuenta los tipos de modelos y algunas reglas de la buena comunicación, veamos de mostrar la información adecuándola al Interlocutor:

a) Con personas orientadas a la Acción:

a. Utilicemos un ritmo rápido

b. Presentemos la información desde los resultados

c. Reforcemos las ideas desde la práctica

d. Apoyemos la información con elementos visuales (gráficos, vídeos, fotos)

b) Con personas orientadas a los métodos:

a. Organicemos la información de manera lógica

b. Presentemos las cosas con detalles y precisión

c. Hablemos de fundamentos

d. Mostremos el status actual de las cosas y los resultados esperados.

e. Incluyamos ventajas y desventajas de las opciones

f. Pongamos tablas y diagramas tipo Ishikawa o Gantt.

c) Con personas de Ideas

a. Respetar largos tiempos de debates

b. Enfatizar los aspectos innovadores de las propuestas

c. Presentar el tema conceptualmente

d. Subrayar las recomendaciones

e. Iniciar con una mirada global y luego ir a los detalles

d) Con personas orientadas a las Personas

a. Debemos realizar una introducción breve e informal

b. Mostrar la relación entre lo que proponemos y la gente

c. Demostrar que nuestra propuesta antes funcionó

d. Usar estilos de escritura y diálogo muy informales.

Sé que no es fácil, pero poniendo en práctica estos tips lograremos una comunicación, asertiva, eficaz y completa.