12 de Noviembre 2009
Diez tips para cambiar el humor – Vital para una buena salud
Algunos días nos despertamos de una predisposición excelente para encarar alegremente las tareas cotidianas. Otros, no tanto. Y a veces, aunque iniciemos plenos de bienestar la jornada, algún suceso desafortunado nos cambia la cara.
Por suerte eso puede revertirse. Y no es tan complicado como parece: basta con prestar más atención a algunas cosas y restársela a otras.
Hay ciertas acciones sencillas que pueden cambiar nuestro humor. Aquí, una pequeña lista:
1. Sonría: sin motivo, sin razón alguna, propóngase sonreír a cada persona que se le cruce durante un tiempo determinado (por ejemplo, media hora). Al cabo de ese rato, probablemente ya ni recordará qué lo había puesto de mal humor.
2. Permítase un rato de ocio: leer, pasear o ejecutar alguna actividad recreativa puede dejarlo mejor dispuesto para tratar con personas y situaciones. Si no tiene otro momento, en vez de comer a las apuradas, utilice su horario de almuerzo para realizar algo que le haga bien.
3. Ejercítese: correr, nadar, cualquier actividad física que le resulte agradable descargará endorfinas en su cuerpo. El resultado: vitalidad, bienestar, satisfacción.
4. Haga contacto con alguna persona especial: todos tenemos algún amigo de optimismo inefable, o un ser próximo y querido cuya voz nos agrade escuchar. Un mail o un llamado a esa persona puede cambiarnos el día. Pero ¡atención! No servirá de nada si sólo hacemos foco en lo que nos incomoda. Optemos por dirigir la charla hacia algo agradable: un plan en común, un recuerdo feliz, cualquier otra cosa.
5. Practique la respiración conciente: en este blog ya hemos explicado varias formas para hacerlo. El Método De Rose es un entramado de conceptos y técnicas, buena parte de las cuales tienen como objetivo aumentar la conciencia respiratoria.
6. Dé atención a su mascota: los animalitos que conviven con nosotros tienen el poder de compartir una enorme cantidad de amor. Esa energía puede transformar nuestro estado de ánimo.
7. Trabe contacto con la naturaleza: si es posible, camine hasta algún parque o plaza. Elija la zona donde menos se escuche el ruido de los autos y tiéndase en el césped. Deje que el sol acaricie su rostro. Siéntase por un instante fuera de la ciudad. Durante ese momento, deje que sus pensamientos fluyan, alejándose de los eventos del día o de lo que resta por hacer. Simplemente, descanse. Otra opción es dedicar un momento a sus plantas, si tiene.
8. Escuche música: elija música que realmente le agrade y entréguese a ella completamente, aunque sea durante unos minutos. Otra buena alternativa es bailar un rato (por supuesto, evitando actitudes fuera de lugar en el ámbito donde se encuentra). Bailar descontrae todo el cuerpo; se sentirá desacartonado y más libre.
9. Realice alguna acción solidaria: por simple que sea, una buena acción ejecutada desinteresadamente puede cambiar totalmente nuestra actitud. Y si nos brindan un agradecimiento sincero, mucho mejor.
10. Aprenda algo nuevo: esta es una manera simplísima de sentirse bien. Personalmente, cuando el tiempo es breve, prefiero aprender algo que demande habilidades manuales (por ejemplo, dibujar o plegar papel hasta darle una forma determinada). Preste atención para saber cuál es la destreza que desea adquirir y regálese unos instantes dedicado a ella cuando sienta que el día se está haciendo cuesta arriba.
Definitivamente, evitar el mal talante depende mucho del autoconocimiento. Obsérvese, aprenda de sí mismo y evalúe modificar las conductas que lo conducen al malestar.
Llegar hasta el mal humor implica un encadenamiento de pequeños sucesos: cortar cualquier eslabón servirá para modificar el resultado final.
Seguramente usted tiene sus propios métodos para combatir el fastidio. ¿Me ayuda a expandir esta lista a través de los comentarios?
Natalia Sanmartín Gil
Instructora del Método De Rose
www.metododerose.com.ar
www.yogaantiguo.wordpress.com
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